Plataforma: Arcade (1991)
Género: Shoot’em up
Idioma: Inglés
Tres años después de los hechos acontecidos en el primer
Thunder Cross, Black Impulse vuelve a la carga para intentar hacerse con la
galaxia conocida. Durante este tiempo la tierra ha estado modificando sus dos
naves para afrontar lo que sabían que sería un hecho, empieza una nueva guerra
estelar.
De nuevo nos ponemos en la piel de Thunder Cross, las naves más
avanzadas que a echo la humanidad, esta vez ligeramente mejoradas.
Una vez puestos en los mandos vemos que el juego no ha
variado demasiado respecto a la primera parte, todo es un Thunder Cross 1.5.
Gráficamente el juego luce mejor pero se nota que anda en la misma placa
arcade, más variedad de enemigos, efectos en pantalla más grandes, y seguimos
teniendo ese gran scroll parallax que tan bien funcionó en la primera parte,
ahora con más planos incluso y haciendo un uso más inteligente de él, jugando
con fondos más realistas y que encajan mejor con los niveles.
La cantidad de disparos y enemigos en pantalla casi se ha
duplicado, y se utiliza mucho más la aparición de enemigos desde planos
lejanos, no solo desde horizontal y vertical. También tenemos momentos en que
la pantalla se desviará en vertical, añadiendo variedad.
Todo a nivel gráfico es un refinamiento del primero, pero
sin sorprender tanto como lo hizo este.
A nivel jugable seguimos la misma pauta, todo se parece
mucho a su primera parte, estamos ante un matamarcianos bastante clásico con
acción pura y dura. Las naves se controlan igual, tenemos varios disparos algo
retocados pero siguen estando los mismos, el boomerang, disparo normal, disparo
fuerte y laser, además de la option que podremos coger 4 y variar su posición
para adaptarlas al ataque que queramos.

Al tener toda nuestra nave al máximo de options nos
aparecerán unos contenedores especiales que nos darán las armas máximas durante
un periodo limitado. Estas se han añadido para utilizarlas con cabeza, porque
hay ciertas zonas que sin ellas son más difíciles de pasar.
Los mapeados siguen siendo ágiles, con mucha libertad y muy
poco pasilleros, además tendremos algún nivel en el que elegiremos el camino a
seguir por arriba o abajo, dando rejugabilidad y variedad al conjunto. Por
supuesto al final de fase nos tocará lidiar con los típicos jefes, algunos de
ellos viejos conocidos ahora reciclados y más potentes que antes.

En conjunto el juego está más elaborado y con una dificultad
más dura, se acabó el paseo de la primera parte, que cuando tenías las armas al
máximo hacías unas carnicerías serias. El juego a ganado en reto, ahora los
jefes son jefes, con varias transformaciones, incluso en la pantalla final no
tendremos continúes y aun que hay algún nivel todavía algo facilón está mucho
mejor.
Por supuesto al terminar el juego, después de los créditos
tendremos el placer de seguir jugando en un nivel de dificultad superior, este ya made in Konami.
El sonido sigue siendo de lo mejorcito, grandes melodías
entre electrónicas y rockeras muy al estilo Gradius.
Conclusión:
Un buen shoot’em up de Konami que no sorprendió demasiado,
pero que cumple en todas sus facetas correctamente. Si quieres conocer parte de
la historia de Konami con los shoot’em up, aquí tienes Thunder Cross 2.
+Buen despliegue gráfico, muchos enemigos y efectos en
pantalla
+Acción desenfrenada, no te da respiro
+El apartado sonoro
-Siguen habiendo fases facilonas e inexplicablemente más
fácil que otros shoot’em up de la compañía
-No destaca en ninguna de sus facetas, se queda en correcto
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